Astrológicamente, el Sol representa la energía básica de nuestro Ser, la Luz, la conciencia del individuo y la capacidad creadora. Es el centro motor que regula y organiza nuestra existencia. Es el eje central de nuestra vida. Cabalísticamente, el Sol representa los programas que debemos integrar en nuestra conciencia, gracias a los cuales avanzaremos evolutivamente. Igualmente nos indica, el nivel en el que debemos trabajar y enfocar nuestra voluntad. Es un Centro de Iniciación.
No es casual que sea este planeta el que determine los grandes cambios en la naturaleza, así como el ciclo vital día-noche.
Dos hechos muy importantes han quedado grabados en la Memoria de la Naturaleza, como Arquetipos de Iniciación y que en la historia se han dado a conocer, como la Pascua Antigua, representada por Moisés y la liberación del Pueblo Elegido de Egipto, y la Pascua Cristiana, en la que se celebra todos los años, la muerte y resurrección de Cristo.