Acontecimiento del máximo interés para la historia de España, pero que tiene al mismo tiempo una fuerte conexión con el mundo espiritual y esotérico: la construcción del monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid). Esta gran obra de arte no solo se mimetiza con el espíritu del rey Felipe II, quien ordenó edificarla, sino que tiene también una profunda afinidad con el signo de Virgo.
Lugar de recogimiento
El 23 de abril de 1563 se empezó a construir este monumento coincidiendo con la festividad de San Jorge. El propio monarca protagonizó con la máxima solemnidad la colocación de la primera piedra el día 20 de agosto de 1563, bajo el signo de Virgo. Hay que recordar que por aquel entonces estaba en vigor el calendario juliano, de modo que hoy esa fecha correspondería al 30 de agosto. Tras 21 años de obra Felipe II puso por fin la última piedra el 13 de septiembre de 1584, también bajo el signo de Virgo.
El edificio fue consagrado once años más tarde, el 30 de agosto de 1595, también en Virgo. Y, curiosamente, Felipe II murió justo tres años más tarde, el 13 de septiembre de 1598.
Nos hallamos pues ante un conjunto de coincidencias casi prodigiosas y ante un claro dominio astrológico de Virgo, que se relaciona con el trabajo, el servicio y el sacrificio. Un recinto tan austero como un monasterio, lugar de oración y recogimiento, encaja perfectamente con este sobrio y serio signo astrológico. También era un centro de estudio y albergó una de las bibliotecas más importantes del país, lo que de nuevo nos lleva al intelectual Virgo. Finalmente, el estilo espartano del monasterio se relaciona asimismo con Virgo.
Glorificando a Dios
El monasterio fue erigido bajo una gran conjunción de Júpiter y Saturno en el signo de Cáncer, que se relaciona con el hogar y la vida íntima. Era ante todo la casa de Dios, pero también la del rey Felipe II, además de la de cien monjes. Júpiter influyó en la grandiosidad del edificio y en su inmensa riqueza artística, frente a Saturno, que le transmitió un talante serio, sobrio y austero.
El alma de Felipe II se hallaba entre esos muros. Y entre ellos murió el 13 de septiembre de 1598 tras una terrible y larguísima agonía. De nuevo aparece aquí el signo Virgo, relacionado con la enfermedad, la renuncia y el sacrificio. Había construido el monasterio para gloria de Dios, como un nuevo templo de Salomón, no para la suya personal. Esto se relaciona también con el sacrificio, el servicio y la renuncia asociados a Virgo.
ESCRITO EN EL FIRMAMENTO
Grandiosidad austera
La construcción del monasterio de El Escorial se caracterizó, según su carta astral, por los siguientes rasgos:
Grandiosidad.
Estilo austero.
Destinado a lugar de recogimiento.
Riqueza artística.
CONFIDENCIAL
Cáncer y el hogar
La presencia de una conjunción de Júpiter y Saturno en el signo de Cáncer se relaciona con el hecho de que el monasterio fuera concebido como un hogar: de cien monjes, de Felipe II y de Dios.
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