domingo, 19 de febrero de 2012

Carnaval: Tradición y Fiesta

Lo más probable es que el origen del vocablo “Carnaval” proceda del término del latín medieval “Canelevarium”, que quiere decir “eliminar la carne”, aludiendo a la prohibición de comer este alimento durante los 40 días de La Cuaresma.

Sin embargo, los lingüistas sugieren otras tres opciones posibles:

“Carne tollendus”: que quiere decir también “se ha prohibido la carne”.

“Carne vale”: Es el equivalente a la expresión “adiós a la carne”.

Y “Carrus navalis”: es la versión más erudita que hace alusión a la forma en que el antiguo dios supremo de Egipto, Ra, el sol, aparecía en el firmamento. Con lo que, de nuevo, volvemos a la versión antropológica del crecimiento de la luz con la proximidad de la primavera.

El origen más antiguo del Carnaval data de la antigua Babilonia hace 4.000 años, pero poco se sabe de cómo era esa celebración. Más seguro es el antecedente que vincula esta fiesta con “Las Purulliyas” o celebración de la primavera de los Hititas, pueblo guerrero y sabio que habitó en Turquía.
Los egipcios tenían una fiesta en honor del Buey Apis, intermediario entre Ptaht, el dios creador, y sus fieles. El toro Apis era una divinidad masculina, símbolo de la virilidad, que contenía el espíritu del señor de la creación Ptaht. En la ciudad de Menphis se celebraba, con la incipiente primavera, un ritual de adoración al toro sagrado de oro puro, Apis, ídolo que era adornado con guirnaldas de flores y se le hacían ofrendas de trigo y frutos, ya que simbolizaba la fertilidad de la tierra y era un dios fálico relacionado con la procreación.

Un significado muy similar tenían, para los antiguos griegos, las celebraciones denominadas “Dionisíacas”, en honor del dios del vino, Dionisos, Baco para los romanos. Dionisos era hijo ilegítimo de Zeus y de Sémele, la hija de Cadmo, rey de Tebas. Tras la muerte de su madre, por orden de la celosa Hera, esposa legítima del rey del Olimpo, el pequeño dios se crió como si fuera una niña. Digamos que es el primer antecedente de los hombres que se disfrazan de mujer en nuestro carnaval. En las fiestas consagradas en su honor se bebía vino hasta perder la conciencia y “Las Bacantes”, mujeres que participaban en los ritos orgiásticos en honor al dios de la vid, se entregaban a todo género de vicios y excesos.


Pero, probablemente, el origen más claro de la fiesta de Don Carnal estuvo en Roma, concretamente en los rituales en honor de dos dioses: Baco (Dionisos en versión latina) y Saturno, el dios de los infiernos. Nos ocuparemos de dos celebraciones concretamente: “Las Matronalias” y “Las Saturnalias”. En las primeras, se honraba a Bona Dea, la diosa de las mujeres. Era un tiempo sagrado, en el que invertía el orden social y las féminas mandaban sobre los hombres, incluso podían tomar la iniciativa en el plano sexual sin limitación alguna y sin que les ocurriera nada. En las segundas, se honraba al dios Saturno, y, en este caso, lo que se alteraba era el orden social. Los esclavos pasaban a ser los amos y éstos tenían que servirles. Se comía y se bebía sin freno y se podía decir con toda libertad lo que el resto del año se callaba.

Para los antiguos Celtas era “El Imbolc”, fechas en las que honraban a la Madre Naturaleza que se mostraba entonces en todo su esplendor. Este rito tenía lugar a mediados en el mes de febrero porque, a partir de entonces, los días se van haciendo cada vez más largos y el buen tiempo comienza a acercarse, acortándose las noches.


Esto coincide con las teorías defendidas por los antropólogos que vinculan el Carnaval a la celebración del día 2 de febrero, La Candelaria, que marca el inicio del crecimiento de la luz solar en el horizonte. Ésta liberación se representaba, originariamente, con las máscaras de los animales que se despiertan y que, a la vez, son símbolos de abundancia y prosperidad: el oso, el ciervo, el jabalí... Todos ellos asociados a la caza.

2 comentarios:

Amama Doula dijo...

Muy interesante, desde luego es algo que personalmente desconocía. Gracias por el tiempo invertido en hacer el trabajo y por compartirlo.
Abrazos.

Conocer La Esencia dijo...

La frase aquella de el saber no ocupa lugar,añado..venga de donde venga, cuanto más sepamos más poder tendremos, con la información.
Gracias por dejar compartir tambien lo tuyo.
Hasta pronto.
Abrazos largos, para tí tambien.