viernes, 4 de octubre de 2013

MENSAJE ESOTERICO DEL CUENTO BLANCANIEVES


INTERPRETACION ESOTERICA

En síntesis “La Belleza” tiene que luchar contra la mente. La envidia, los celos, la ira, la codicia, la trampa, el engaño, el poder, etc. Éstos no son más que diferentes nombres de la mente.
El alma bella e inocente cuando encarna en este plano de repente se encuentra en un letargo. Para encarnar le dan un cuerpo con ojos. Estos ojos sirven para ver lo externo. Con estos ojos, todo lo que ve aquí parecería que fuera lo único cierto. Sobre esas imágenes se dedica a especular y según la experiencia que va adquiriendo, juzga.  El príncipe es el Maestro que pasa por ahí buscando esas almas adormecidas. Esta elección depende de que se encuentren aletargadas. Necesita que estén adormecidas, que hayan cerrado los ojos hacia lo externo. Al verlas en ese estado las rescata, las protege, “se enamora de ellas”, las inicia, entonces en el trayecto de vuelta a su morada les abre los ojos, les saca el bocado envenenado que les ha  dado a comer la mente y las revive.
Veamos cómo coincide todo esto con la historia de Blancanieves.



Érase una vez, una reina que se encontraba cosiendo junto a su ventana, ella se pincha el dedo con la aguja y la sangre cae a la nieve junto a la ventana con marco de ébano.
Todo nace de una idea. La aguja es el punto primario inmóvil de donde nace la idea. El absoluto. Cuando ese punto se mueve y adquiere un movimiento rectilíneo se manifiesta, pincha el dedo y brota la sangre, que es el elemento interno, es la manifestación de esa idea. Esa idea cae sobre los opuestos, blanco y negro representados en la nieve y el ébano. Es sobre esta polaridad donde se puede expresar la idea.

Cuando ve la sangre en la nieve ella se dice a si misma: “¡Oh, cómo me gustaría tener una hija de piel tan blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y pelo negro como el ébano!”. Aquí se representa el principio de género, masculino y femenino. En el plano físico es la sexualidad.
Poco después, la reina da a luz a una niña que tiene las mismas características. Primero está la idea. En el momento que la idea se materializa se le pone nombre. Es en ese momento que la reina decide ponerle a su hija el nombre de “Blancanieves”.
La reina, poco después de dar a luz a la bebe, muere.


En realidad la historia trata de un solo personaje. Tanto la madre, (la idea primaria), como el padre, (el generador), la madrastra, (la mente), Blancanieves, (el alma pura), o los enanos, (los que fabrican este universo), el bosque, (el universo físico), son diferentes facetas y actitudes del mismo ser.
El rey, se vuelve a casar. La nueva reina, que es una hechicera poderosa, posee un espejo mágico. El espejo representa el principio de correspondencia, lo que es arriba es abajo. Si uno lo mira se da cuenta, especula. De ahí viene la palabra especular. La imagen está invertida pero es igual a la otra.
Por supuesto, el espejo responde a cualquier pregunta que a menudo le haga la mente.  Pero cuando Blancanieves llega a la edad de siete años, el primer septenio donde se afirma el yo, por eso a esa edad se nos caen los dientes, llega a ser tan hermosa como el día. La niña va cambiando. Podría relacionarse con el principio de Vibración. Nada está inmóvil; todo se mueve. Aquí el símbolo del primer septenio de la niña es importante porque es cuando cambia los dientes y se afirma la personalidad. La mente no resiste que habiendo adquirido el conocimiento sobre “La Belleza”, compruebe que le falte todavía más. Las artimañas de la mente hacen que trate de destruir lo que no puede construir.
La reina se pone celosa, y da órdenes a un cazador, etc.



El cazador no es más que el ardid que crea la mente para quitarse la culpa. La ley aconseja, “No matarás” y la mente siempre encuentra el camino para transgredirla sin responsabilidad. “Hecha la ley, hecha la trampa”. La reina le exige al cazador que le traiga el corazón de Blancanieves, como prueba de su obediencia. El cazador lleva a Blancanieves al bosque, pero después de levantar el cuchillo se encuentra incapaz de destruir la belleza. Por el contrario, la deja ir diciéndole que debe huir y esconderse, y le lleva a la reina el supuesto corazón de Blancanieves.
En el bosque, el mundo físico, Blancanieves descubre una pequeña casa que pertenece a siete enanos. El número siete es uno de los números misteriosos, símbolo del universo. Donde todo lo creado está manifestado por esa idea primaria.

Allí, los enanos se apiadan de ella, diciendo: “Si hace lo que le pedimos puede quedarse con nosotros, y tendrá todo lo que quiera”. El principio de Causa y Efecto. Advierten a Blancanieves no dejar entrar a nadie mientras ellos están en las montañas. El mundo físico tiene sus propias reglas con las cuales el individuo se maneja.
Mientras tanto, la reina le pregunta a su espejo una vez más ¿Quién es la más bella de todas? “, Y se entera de que Blancanieves no sólo está viva sigue siendo la más bella de todas.
Cuando a la mente ya no le queda otro recurso no delega en nadie más el hecho y se ve obligada a transgredir la ley frontalmente.

La reina usa tres disfraces para tratar de matar a Blancanieves mientras los enanos están en las montañas. Son los trucos mentales. En primer lugar, disfrazada de vendedora ambulante, la reina ofrece a Blancanieves cintas de colores… y Blancanieves al final cae asfixiada. A continuación, lo del peine. Por último, la reina le ofrece la mitad de la manzana, el truco del truco, Blancanieves la come y cae en un profundo sopor. Cuando los enanos la encuentran, no la pueden revivir. Los enanos fabrican un ataúd de cristal para poder verla todo el tiempo. No pueden hacer otra cosa que vivir con el recuerdo.
Aparentemente hasta aquí gana el ego.


El príncipe, el Maestro, que viaja a través de la tierra ve a Blancanieves y se enamora de ella. Consigue el cuerpo de Blancanieves y ordena a sus sirvientes que la trasladen a su castillo. En el viaje el príncipe le saca de la garganta lo que la mente le había dado a comer. La reina pregunta a su espejo quién es la más bella y una vez más el espejo le responde: “Tú, mi reina, pero…ella es mil veces más bella que tú”
Esta vez para encontrarla se le hace muy difícil porque ya no vive más con los enanos y además porque el príncipe la protege.

La reina es invitada al matrimonio de un príncipe de un país vecino sin saber que esta nueva reina es su hijastra. Cuando se da cuenta que la nueva reina es la princesa Blancanieves, la reina se asusta y se desespera tratando de pasar desapercibida.

Sin embargo el príncipe ve a la reina y Blancanieves la reconoce y le cuenta todo lo que la reina le hizo. Nada escapa a la Ley de Causa y Efecto. Como castigo por sus malos actos el príncipe, ahora rey, manda a confeccionar un par de zapatos de hierro que son calentados al fuego hasta quedar rojos, luego le ordena a la reina ponérselos. El dolor que le causa hace que mueva los pies que parece que bailara hasta que cae muerta. Aquellos malos pasos que dio los está purificando de esa manera. Los zapatos calentados al rojo con fuego indican que el fuego purifica porque consume todos los demás elementos. Cuando uno sólo ve este castigo, sin saber por qué le está pasando eso, piensa “Qué injusticia”, “Qué malo es el príncipe”.  Para ser libre el alma debe eliminar al ego. La ley divina nunca actúa con venganza.

Lo positivo de la historia es que al final La Belleza es la que triunfa.
El alma cuando se purifica tiene el derecho de gozar de la felicidad.